Las ventanas de PVC llevan un refuerzo en el interior de los perfiles. ¿Por qué hay que reforzar los perfiles?
- El PVC es un material blando (módulo elástico bajo), que no mantiene una rigidez necesaria en una ventana sí sólo. Para mejorar la rigidez de la ventana y su resistencia al viento tenemos que reforzar los perfiles. De esta forma tendremos una ventana con una clasificación mayor de permeabilidad al aire y por lo tanto más estanca.
- Para evitar la pérdida de rigidez de los perfiles de PVC con la acción de altas temperaturas. El perfil de hace de núcleo rígido de la ventana, y mantiene la rigidez de la ventana aunque la temperatura exterior aumente.
- Mejoramos la funcionalidad de la ventana y aumentamos su duración. Sobre todo en ventanas de grandes dimensiones, es fundamental que el perfil lleve el refuerzo de acero adecuado. Un refuerzo de acero de la misma forma y espesor que uno de aluminio, tiene una rigidez tres veces superior al aluminio. Por lo tanto tenemos una ventana mucho más rígida y que aguantará mejor los empujes de viento.
¿Tiene algún problema el refuerzo de acero en las ventanas de PVC?
En una ventana bien fabricada, el refuerzo de acero queda completamente aislado en el interior de la cámara del refuerzo. Es como un alma interior que da la rigidez necesaria, que el PVC por sí solo no puede proporcionar.
El único inconveniente que tiene el refuerzo de acero, es que es un metal y por lo tanto es transmisor térmico. El acero en el interior de los perfiles supone aproximadamente un empeoramiento de unas 2 décimas en su valor U de aislamiento. Por ejemplo, si un perfil de PVC tiene un valor U de 1,0 W/m2ºK, el llevar un perfil de acero puede hacer que este valor se eleve hasta los 1,2 W/m2ºK. Esto es un ligero empeoramiento de su valor aislante, pero que se ve compensado por la ganancia en rigidez y por lo tanto estanqueidad de la ventana. En cualquier caso, aún con esta ligera merma de aislamiento, el valor sigue estando muy alejada de otros sistema como en aluminio donde el valor U, según indican los valores orientativos de la normativa, para los perfiles metálicos sin RPT (rotura de puente térmico) puede llegar a los 5,70 W/m2ºK , o entre 3,2 y 4 W/m2ºK para los perfiles con rotura de puente térmico, según la calidad del sistema de rotura.
¿Mejor un refuerzo de mayores dimensiones o más cámaras de aire?
Necesitamos un espacio interior suficientemente largo para que el refuerzo nos proporcione rigidez. Lo explicamos con la siguiente imagen. El refuerzo debe ser lo más largo posible en el sentido perpendicular a la ventana ya que es en esa dirección donde el viento ejerce su presión. Si queremos aumentar el tamaño del refuerzo, para un mismo ancho de perfil, disponemos de menos espacio para poner más cámaras en los perfiles. Por eso los sistemas de perfiles están diseñados, buscando un equilibrio entre el número de cámaras que tienen los perfiles y el espacio necesario para alojar el refuerzo. Por este motivo, los perfiles han ido evolucionando a ser de mayor profundidad, para que puedan contar con más cámaras, sin renunciar es espacio para el refuerzo. Por eso la mayoría de los perfiles hoy días son de 5 o 6 cámaras y de una profundidad superior a los 70mm, con lo que permite alojar un refuerzo de suficiente tamaño sin renunciar también a las necesarias cámaras de aire que mejoran el aislamiento.
Por eso, los sistemas más utilizados en casas pasivas, son sistemas con refuerzos de acero. Ventanas con un valor de aislamiento de 0,73W/m2K permitiendo cumplir la exigente normativa Passive House de consumo energético casi nulo.
Otras opciones de reforzar las ventanas
Hay algunas soluciones que intentan evitar el introducir un refuerzo metálico en el interior de los perfiles, para así evitar esa caída que hemos comentado de unas 2 décimas en el aislamiento térmico. Algunos fabricantes de perfiles, para algunas de sus series, están intentando sustituir el refuerzo de acero por fibra de vidrio, o alguna combinación de material sintético, como por ejemplo espuma rígida de PVC. Son soluciones innovadoras y experimentales, que sólo son válidas y recomendables de momento para ventanas de dimensiones reducidas. Tampoco existen resultados garantizados en zonas de mucha radiación solar donde el perfil eleva su temperatura considerablemente y corre el riesgo de sufrir deformaciones al nor tener un refuerzo con suficiente rigidez.
En la actualidad la mejor garantía de rigidez en una ventana sigue siendo el refuerzo con perfiles de acero.