Si por algo destacan nuestras ventanas de PVC Kommerling en Valencia es por su estanqueidad al agua. De trata de hecho de un requisito básico para lograr el confort en el interior del hogar. Vamos a ver más detalles al respecto en este nuevo post.
Lo primero que tenemos que tener claro es el concepto. La estanquidad al agua de una carpintería cerrada no es sino su capacidad para resistir a la penetración de agua. Es decir, al humedecimiento continuo o repetido de la cara interior de la carpintería o de las partes que no hayan sido diseñadas para mojarse cuando el agua va hacia la cara exterior. En TermProtect son muchas las normas que tenemos que tener en mente para nuestro trabajo diario. Una de ellas, de las más importantes de hecho, es la norma europea EN 1027. Esta se refiere al método convencional que se emplea de cara a determinar la estanquidad al agua de las ventanas y las puertas de cualquier material como en este caso el PVC.
Por su parte, la norma EN 12208 se refiere a la clasificación de las ventanas y puertas ensayadas con la EN 1027. Las ventanas serán más estancas a la entrada de agua cuanto mayor sea su clasificación atendiendo a estas normas que acabamos de citar. Todos los modelos de ventanas de nuestro catálogo superan estrictos ensayos de laboratorio para comprobar la estanqueidad de las ventanas. Ensayos de aire, agua y viento para clasificar las ventanas según determinados parámetros. Para alumbrar sistemas que en todo caso sean una barrera contra el agua. Todo para garantizar la permeabilidad al aire y la estanqueidad al agua. No en vano, es algo clave para protegernos de los elementos externos como pueden ser la lluvia o el viento. De hecho, el Código Técnico de Edificación (CTE), en vigor desde el año 2006, establece las exigencias que deben cumplir los edificios en materia de seguridad y habitabilidad. Dedica un apartado en exclusiva al tema de las ventanas y a su clasificación según diferentes criterios como la estanqueidad. Los veremos en próximas publicaciones del blog.