El buen tiempo se está resistiendo a llegar este año. Los que tenemos ventanas aislantes hemos estado bien protegidos durante todo el invierno y hemos ahorrado mucha energía en calefacción. Sabemos y deseamos que el buen tiempo está a la vuelta de la esquina. Cualquier día de estos llegará un calor brusco y seco, y también nos podemos preguntar cómo nos protegen las ventanas de nuestro hogar para evitar que ese calor se nos meta en casa y tengamos poner los equipos de aire acondicionado a funcionar.
Dejando a un lado otros elementos de la envolvente de nuestra vivienda, y centrándonos en las ventanas, la temperatura exterior pasa al interior de nuestra casa principalmente a través de dos factores. El primero es por la transmisión térmica. Para reducir este factor, necesitamos al igual que en la época fría tener ventanas aislantes con el valor U más reducido posible. Nuestras ventanas tienen que tener el menor valor U posible y así nos aíslan tanto en invierno como en verano.
Pero hay un segundo factor, que es la transmisión de calor a través de la radiación solar que penetra en nuestra vivienda a través de nuestras ventanas.
Para reducir el impacto de la radiación solar en las ventanas, debemos conocer las diferentes formas de poder actuar sobre ellas. De esta forma podremos mantener nuestra casa «fresquita» incluso en épocas de mucho calor, o por lo menos con una dependencia de aire acondicionado muy baja, lo que nos supondrá un considerable ahorro para nuestro bolsillo.
Primero debemos saber que la radiación solar, depende tanto de la ubicación donde esté nuestra vivienda como de la orientación de fachada o fachadas. Pero estos factores, una vez que tenemos ya nuestra casa elegida y comprada, no podremos hacer nada sobre ellos.
En verano tenemos más horas de luz, el sol sale antes y también anochece más tarde y la altura es mayor que en invierno. Por eso, para estar «fresquitos» lo ideal en verano sería tener alguna habitación orientada al norte para no recibir la luz solar directa. En cambio para el invierno esta orientación nos da como resultado habitaciones más frías.
En España la ventana normalmente está instalada enrasada con la zona interior de la fachada. Este hecho ya de por si nos da una buena protección solar ya que hace que los rayos solares entren directamente durante menos horas al día. En países del norte de Europa, con menos horas solares, precisamente para aprovechar más el sol las ventanas se instalan al exterior de las fachadas.
Pero aparte de la protección propia de propio edificio siempre podemos instalar otro tipo de protección adicional a la ventana. Hay varias soluciones. Muchas de ellas están pensadas para el exterior y otras para el interior. Entre las soluciones de exterior puede ser colocar un toldo, que suele ser uno de los métodos más eficaces por estar separado de la ventana y evita que los rayos solares incidan directamente sobre las ventanas.
También es muy común sobre todo en zonas del mediterráneo, la colocación en las ventanas de unas contraventanas. En este caso debemos destacar que son mucho más eficaces si estas son de color claro y si son de PVC. Las contraventanas de PVC permitirán que el aire que circule del exterior al interior, en el caso de tener la ventana abierta, entre mucho más fresco que en el caso de las mallorquinas de aluminio que hacen el efecto radiador, calentando el aire exterior y pasándolo caliente al interior.
Lo más común y también muy eficaz en nuestro país es el cajón de persiana. Tenemos también una barrera exterior contra la radiación solar directa, nos permite además controlar la luz interior, y además es fácilmente manejable por el usuario. Es también cada vez más común la domotización de los cajones de persiana y el añadido de sistemas de eficiencia energética.
Existen algunos edificios con sistema de protectores de lamas exteriores verticales u horizontales. Esto suele verse más en edificios singulares con fachada acristalada. Incluso algunos sistemas permiten cambiar la orientación de las lamas para ajustarlas según la época del año y la hora.
Se pueden encontrar soluciones que pasan por instalar láminas de protección solar que reducen la entrada de los rayos en la estancia y reducen por lo tanto la entrada de calor. Las hay tanto para interior como para exterior. Aunque estas soluciones muchas veces son ofertadas para que el mismo usuario las instale, son poco recomendables por su dificultad de instalación, y si esta no es realizada de forma adecuada no suelen quedar bien estéticamente.
Hay otras muchas soluciones para el interior, tales como la instalación de cortinas, persianas venecianas, estores, etc. Pero estas soluciones son menos eficaces ya que buena parte de la radiación ya ha entrado en el interior.
Además de todos estos elementos que pueden ayudar a reducir la radiación solar, el más importante es sin duda el que va integrado en la ventana: el vidrio. Los vidrios llevan tratamientos en sus capas que lo que hacen es reducir la cantidad total de radiación que pasa a través del mismo. Es lo que se conoce con el nombre factor solar (g) y cuanto menor es este factor mayor es la cantidad de energía rebotada al exterior y que impide que entre al interior. No es sencillo aconsejar el mejor vidrio posible para su vivienda ya que el que podía ser el mejor para el verano, probablemente no lo sea para el invierno y como no vamos a cambiar de vidrio cada temporada, lo mejor es que un buen profesional haga un estudio de sus necesidades, orientación de fachada y le aconseje el mejor vidrio para cada caso.
Estamos deseando que llegue el calor y ya sabemos también cómo prepararnos para ahorrar energía también en verano.